Nací y me crié en la ciudad de Buenos Aires. Pertenezco a esa generación urbana que soñó con autos voladores, robots sirvientes y naves espaciales viajando a la velocidad de la luz y colonizando Marte. Cuando me fui a vivir a la provincia de Misiones, ya grande, advertí que la naturaleza sigue manteniendo su reino sobre el avance de la tecnología.  Hay internet en nuestras escuelas, pero los cables se desparraman entre edificios de piedras jesuíticas, caminos de tierra y un calor que a veces no deja respirar.  A pesar de tener internet y celulares de última tecnología, cuando se arma una tormenta nos asustamos, y cuando el abuelo habla, lo escuchamos con respeto. No soy conservador ni nada por el estilo, pero estoy seguro que el futuro arrastra demasiadas cosas del pasado. 

Soy profesor de historia. No me pregunten como llegué de historiador a escritor de ciencia ficción; la verdad que no lo sé. Quizás las dos actividades me trasladan a mundos alternativos, aunque lamento que la Historia tenga demasiadas reglas para eso.

En esto de escribir soy relativamente nuevo. En agosto del año pasado publiqué mi primer libro de cuentos "¿Quién habló de robots? y otros cuentos" y espero que sea el primero de muchos. Me gusta decir que escribo ciencia ficción y creo que con eso basta, pero basta de mí...